Parece que cuando hay negocios de por medio todo está permitido. No importa a quién se perjudique o simplemente que se perjudique a alguien. Cuando se trata de recoger un Euro las personas se deshumanizan y se convierten en empresas. «Entiéndelo es la empresa la que lo hace…» esto también lo hemos oído. Como si una empresa cobrase vida y tomase decisiones por sí misma. No es así, son personas quién toman esas decisiones y deciden conscientemente causar un perjuicio a cambio de obtener un beneficio. La ética desaparece y solo cuenta el resultado económico. ¿Pero esto nos satisface o gratifica en algún modo? Si lo pensamos un poco… ¿Podemos sentirnos orgullosos de ello? O es una excusa para seguir adelante…
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